miércoles, 23 de junio de 2010

Ramas verdes en tierra roja


Por Rubicel González
rubicel@ahora.cu
Moa parece salido de una película. Algunos paisajes semejan escenas futuristas de la colonización de Marte por el hombre. A lo lejos entre montañas, asombra el contraste de la selva cubana con el rojizo desnudo y árido dejado por la minería. Para quien no vive allí, el panorama conmueve, inspira, levanta curiosidad cada imagen del quehacer diario lleno de rugidos mecánicos junto al ir y venir, como hormigas, de enormes camiones.
Al comparar el antes y después de explotado el yacimiento mineral, uno no deja de preguntarse cómo lo hacen, lo difícil del trabajo. Hay que remover la tierra con bulldocer, crear superficies planas, construir terrazas y caminos; así como confeccionar obras protectoras del suelo.
En la zona de Moa Occidental, casi todo esto llena el horizonte visual. Se observan la jamaiquina y vetiver, dos hierbas naturales que funcionan como controladoras y evitan se corran sedimentos producto a la erosión. Es una alfombra esmeralda, cuyos primeros hilos se trajeron de Sagua y Frank País y que a distancia, se confunde con caña o lechuga.
Muy cerca, también se levanta un bosquecito de majagua y ocuje, prueba palpable de los tres años de existencia de la Empresa de Rehabilitación Minera, única de su tipo en el país. Ramón Matías Bornot Rodríguez, su director general, recuerda cómo picos, palas y alguna técnica utilizada en la antigua empresa Cromo Moa, fueron las primeras herramientas que contaron.
Hoy, gracias a los 16 equipos especializados, el estado de la técnica para rehabilitar es bien diferente y los resultados, multiplicados. “Hemos rehabilitado en Moa y Pinares, alrededor de 756 hectáreas con un nivel de supervivencia superior al 95 por ciento. Antes de existir nosotros, 20 años atrás, se plantaba, pero no con el debido seguimiento”, explica Bornot.
Mantener elevada la supervivencia, necesita que en los tres primeros años se ejecuten esa misma cantidad de mantenimiento a las plantas, la corrección de cárcavas y conservación del suelo. De esto depende que las áreas estén listas para entregar a la Forestal en cinco años. Por cubrir con árboles, aún restan más de 5 mil hectáreas, por eso anualmente se debe realizar el doble de lo que extraiga el níquel.
Principalmente coníferas y otras especies que se adaptan a las propiedades del suelo, son sembradas, a veces en la piedra viva. Por indicaciones técnicas y según experiencia en otros países, la única planta que sobrevive con mínimas condiciones es la casuarina. En cuestión de un año, crea biomasa, permite el desarrollo de microorganismos e impide el deterioro de la superficie.
“Al cabo de dos o tres años, hacemos la entresaca: o sea, cada cierto número de plantas, cortar y poner otra de pino cubensis, utilizado como bosque y comercialmente. Con el paso del tiempo y donde estén creadas las condiciones, se estudiará si es factible sembrar mango, cítricos, caoba.
“Aunque, hemos comprobado que en una década lo único que perdura allí son las coníferas y algunas que se adaptan bien a la falta de hierro y otros nutrientes, como el marañón. Por eso congregamos disciplinas muy variadas para la comprensión e investigación del medio donde trabajamos, los estudios de impacto, certificación, consultorías. Aquí tenemos agrónomos, forestales, hidrogeólogos, ingenieros civiles”, expresa Bornot.
De mano con la empresa de rehabilitación trabajan las fábricas del Níquel, que siguen y apoyan el desarrollo de las zonas reforestadas. Es un compromiso medioambiental para devolverle al paisaje su vitalidad y hacer de la explotación maderera un uso sostenible.
La Pedro Soto Alba, inmersa en un proyecto de expansión, ha ido gradualmente incrementando los rendimientos con mayor aprovechamiento de las áreas previstas. Eso le ha permitido elevar la producción a 37 mil toneladas gracias a la calidad del mineral y mejoras tecnológicas que protegen a su vez, el medio ambiente.
Según Fernanda Camejo, subdirectora de producción, la expansión mejora la capacidad instalada de la industria; equipos adicionales que llevan la producción de níquel+cobalto, a volúmenes mayores. En esta primera fase, entre otras acciones, se amplió a cinco los tanques espesadores del mineral, cada uno con capacidad para 20 mil toneladas. También se acondicionó la torre de absorción de ácido sulfúrico, evitando el escape a la atmósfera de dos toneladas de este químico.
La fábrica por tres años consecutivos, ha rehabilitado más de lo que explota, que para el 2010 alcanzaría 90 hectáreas. Más del 95 por ciento de sus áreas se caracterizan por obras ingenieras como diques y canales, lo que les da mayor garantía en la conservación del suelo.
Cuando la minería concluya, aún habrá sitios que cada año, mostrará una cara diferente como si el tiempo allí pasara mucho más rápido. Quien visite ese terreno, quedará maravillado con el paisaje y contará lo real, quizás en una película de tierra roja y ramas verdes.

viernes, 11 de junio de 2010

Rueda de Casino holguinera gana algo más


Por Rubicel González
rubicel@ahora.cu
Dos años de ensayo intenso no podía ser más provechoso que el primer premio en la anual de ruedas de casino. Para los muchachos de Holguín Forever, bailar es algo más, porque también es la forma de perpetuar la música y baile tradicional cubano. Los holguineros salieron por la puerta ancha en la competencia, puesto que la otra del patio, Sabor Universitario, fue la más integral en la semifinal.
Cinco ruedas clasificaron para la última etapa donde Pinar del Río y Santiago de Cuba se llevaron el segundo y tercer lugar respectivamente. La actuación de los holguineros fue tan reconocida que los entendidos coincidieron que aquí, se baila un casino de excelencia.
El lauro le abre las puertas a Holguín por Siempre para gravar el primer programa de un espacio dedicado al verano y la filmación del video clic promocional del mismo, cantado por un grupo de aficionados como ellos.
“En cinco años de fundada creamos el proyecto ¨Bailando por un Sueño¨, cuyo objetivo es rescatar lo popular y tradicional. Por eso nos convertimos además, en grupo danzario que monta música campesina, merengue, bachata. Tenemos muchas ganas de enseñar a la juventud a bailar casino pero necesitamos un sitio donde promover el baile de salón, queremos un club de casino”, señala Mario Reynaldo, representante de la rueda.
La Casa de Cultura es su cuartel general, donde realizarán audiciones para incrementar su formato actual de siete parejas. Quienes se interesen pueden pasar por allí todos los días de 8 a 10 de la noche. Como ya es tradición, este verano serán parte del carnaval y otras presentaciones en la Ciudad de los Parques.
Según Maikel Rodríguez, director de la Forever, la rueda se caracteriza por utilizar ritmos como el pilón, mozambique, rumba y por alcanzar pasos originales de gran complejidad técnica. “El casino es improvisar sin coreografía rígida, la canción que bailaremos no se conoce hasta el momento que suena. Podemos bailar tres canciones diferentes con las 60 vueltas que ejecutamos”, explica.
Ambos jóvenes refieren que su dedicación por el baile es con sentimiento, a horas extra del trabajo o los estudios. Saberse la mejor rueda de casino en Cuba no le da margen a la inmodestia, agradecen a cuanta persona o institución hizo posible su estancia en la Capital. Ahora, se preparan para la jornada nacional Cucalambiana, donde representarán a Holguín.

jueves, 3 de junio de 2010

Agricultura en Sagua de Tánamo, Holguín


Por Rubicel González
rubicel@ahora.cu
La batalla por la sostenibilidad alimentaria envuelve hoy a toda la provincia; una estrategia que alcanza su cúspide con las producciones agropecuarias y la utilización de todos los recursos y espacios disponibles. Hacia ese objetivo se enfocan formas productivas holguineras con el incremento y diversificación de sembrados, la utilización óptima de las áreas bajo riego y la suma popular del “pedacito” en patios y parcelas.
El municipio de Sagua de Tánamo se caracteriza por un terreno montañoso, idóneo para café y cacao, no obstante, la agricultura extensiva existe. Se potencia el cultivo de viandas, algunas muy demandadas, como malanga y ñame, el incremento de fincas frutales y la cría de ganado ovino-caprino; así como la producción de leche. Inclusive se estudia el empleo de la leche de chiva en zonas del Plan Turquino.
Hacia el noreste del pueblo, uno de los pocos sitios donde la geografía es casi llana, se asienta uno de los cinco polos productivos de Holguín. Desde hace años, en esa zona, la granja estatal José Maceo destina completamente su producción para el vecino Moa. Sus 344 hectáreas se utilizan principalmente para los cultivos varios y alcanzan mayor proporción las plantaciones de plátano de diferentes variedades.
Posee una gran reserva en sus 155 hectáreas para riego, pues cuentan con la garantía del río a poca distancia. Con la idea de incrementar la irrigación, se construyó un reservorio de agua con capacidad para 12 mil metros cúbicos.
Este último cubriría casi una caballería de guayaba, zapote, entre otras; y tres de plátano, ahora en secano. El reservorio tendrá un sistema de bombeo con fecha de inicio para el 26 de Julio. Con dos motores de 120 litros por segundo, uno alimentará la Fregat y el otro el Microjet.
En otra de las fincas, aun gira 360 grados, en un radio de casi 300 metros, cada siete días, la antigua Fregat del desaparecido campo socialista y que le aporta el vigor que el “fongo” pierde durante la sequía. Del agua, en buena parte, y del completamiento de la fuerza de trabajo, con 100 obreros que faltan, depende el cumplimiento para este año de los 48 mil quintales planificados para enviar a la tierra del níquel.
“A veces la suerte también influye, porque si el río crece demasiado muchos cultivos se pierden, como ocurrió hace un tiempo con el frijol. No obstante, siempre hay que arriesgarse y el año pasado cosechamos 125 quintales”, señala Nelson Romero, administrador de la granja.
Poco más al sur, en el barrio de Sabala, vive uno de los 599 usufructuarios del municipio; éste, dedicado a la siembra de cultivos varios de la CCS Rafael García. Juan Carlos Caballero trabaja en algo más de seis hectáreas, donde ya ostenta resultados importantes en la siembra de granos: ya cosechó 53 quintales de frijol cuarenteno. Este año aspira alcanzar mil 500 quintales de producción total.
“Lo mío es trabajar, echar p’alante. Ahora mismo, pienso aumentar las variedades de granos, insertar la soya y probar con pequeñas cantidades de arroz en secano”, dice Caballero, que se lamenta de no poseer equipo para riego y que este año las lluvias estén ausentes, como hace tiempo no veía. Los usufructuarios dedicados a los cultivos varios entregaron, en el primer cuatrimestre del 2010, cerca de 10 mil quintales de viandas, hortalizas, granos y frutas.
Sobre esta producción tan demandada por el pueblo, mucho se ha dicho sobre que Sagua puede convertirse en la tierra de las frutas. Aunque una buena parte proviene del sector campesino, otra no menos importante se fomenta en el sector estatal. Con esa intención, la Empresa Cafetalera, que abarca todo el quehacer agropecuario, desarrolla la finca de frutas en la zona de Manaca.
Allí dos caballerías están cubiertas de guayaba, mango, naranja, mandarina, piña y otras menos frecuentes como cereza y marañón. “Principalmente ya parieron los cítricos -más de 400 quintales-, a pesar de carecer de aperos de labranza en pos de darles mejor cuidado a las plantaciones”, sostiene Andrés Ramírez, jefe de finca.
Para aprovechar el espacio hasta que estén en producción todas las variedades, crían ganado ovino con fines reproductivos. Poseen 165 hembras que pueden tener dos partos al año, por lo cual la tasa de natalidad en las ovejas es buena: Pese a que el agua escasea ahora, las alternativas se toman con rapidez.
Así, sigue inmerso en la producción de alimentos el municipio ganador de la emulación provincial por el 26 de Julio, y por eso se multiplican los esfuerzos para sembrar y cosechar lo que nuestro pueblo necesita.