viernes, 27 de febrero de 2009

Un científico práctico


Por Rubicel González
rubicel@ahora.cu
Holguín marca el paso- dijo- mientras recibía emocionado a nombre de su colectivo de trabajo, el reconocimiento que Miguel Díaz-Canel, presidente del Consejo de Defensa Provincial, le entregaba. Fernando Martirena es el director del Centro de Investigaciones de Desarrollo de Estructuras y Materiales (CIDEM) de la Universidad Central de las Villas, con 18 años en la construcción de casas de bajo costo. La distinción, a pedido del Buró Provincial del Partido, destacaba el aporte a las tareas de recuperación del huracán Ike.
Y no es para menos, los talleres y máquinas de fabricación de materiales constructivos montados en cinco municipios donde el ciclón impactó fieramente, ya dan buenos frutos. Sin su aporte, el territorio nororiental no hubiera avanzado a igual velocidad, ni una parte considerable de las viviendas con daños parciales o totales, estuvieran solucionadas.
Lo anterior se refleja en el volumen de fabricación de bloques de 10 y 15 centímetros en el mes de enero: se confeccionaron 60 mil unidades creciendo un 31 por ciento en ese periodo. El pasado miércoles se registró el record de producción de una sola planta ese día con mil 800.
Martirena, es graduado de ingeniería civil y en 1988 se hizo doctor en ciencias técnicas. Antes de dedicarse a estos estudios le gustaba el trabajo con modelaciones y ecuaciones matemáticas, rumbo que cambia después del periodo especial, cuando en cooperación con las FAR, montaron en el taller un programa de viviendas de bajo costo: ese fue el inicio de lo que hoy realiza. En el 2004 defendió el segundo doctorado, ahora en materiales de construcción.
El grupo que dirige, trabaja en investigaciones con una fuerte aplicación científica pero también práctica. Fundado en 1991, el centro se ha dedicado principalmente al trabajo de la vivienda de bajo costo y la vivienda local. Comenzado primeramente en Villa Clara y extendido a 7 provincias y 38 municipios del país, el impacto ha sido tal que más de 4 millones de cubanos se han beneficiado con este proyecto.

¿Cómo toma forma este proyecto?
Inició de forma muy modesta, con un grupo de científicos tratando de implementar sus resultados en la práctica. Durante años ha evolucionado a una tecnología confiable con menos utilización de recursos, energías, transporte y sobre todo, creando desarrollo endógeno. Nosotros pensamos que este proyecto puede ser una solución local a nivel municipal para enfrentar el problema de la vivienda y complemente así, los esfuerzos que hacen el país y el ministerio de la construcción para resolverlo.
¿Qué elementos de construcción desarrollan?
Elaboramos básicamente materiales para desarrollo de pared, ya sea bloques de hormigón, ladrillos de arcilla, y un cemento alternativo que sustituye el Pórtland de forma parcial. También producimos elementos para techo y entrepiso, el primero localmente. Los talleres son muy variados, hasta siete u ocho renglones incluyendo el trabajo con bambú, un proyecto importante que marcha ya en ocho provincias.
Algo nuevo que estamos implementando es la producción de áridos, sobre lo cual se abaratan los costos grandemente. En estos momentos estamos cerrando contrato con 28 plantas. En cuba la distancia promedio de transporte de árido está en el orden de 40 a 120 kilómetros, imagínense el ahorro de combustible y tiempo por ese concepto. Nosotros eliminamos el transporte porque lo producimos localmente, iniciativa surgida en Holguín y que se ha replicado al resto de la Isla. Una planta de este tipo puede producir como mínimo 10 metros cúbicos diario, equivalente a un viaje de camión que se ahorra. Esa es una de las cosas que más impacto va a tener.
¿Específicamente en Holguín?
Aquí realizamos fundamentalmente elementos de pared como bloques, cemento puzolánico para estos, y ladrillos de arcilla. Producimos además las tejas tevi y su suportaría. Recién vamos a introducir una tecnología muy novedosa que es la producción de elementos de losas de ferrocemento, las máquinas se importaron desde Nicaragua y en los próximos días deben arribar a la provincia.
Debemos mencionar los talleres de laminación de bambú, aquí funcionan dos. Estos fabrican muebles y carpintería para las viviendas. Los resultados son tal, que para este año solamente en Holguín se harán 500 juegos de muebles.
Hay garantía de suministro de materia prima para por lo menos seis meses de producción estable y para resolver los problemas urgentes de techo, 36 metros cúbicos de madera avitolada. Esa madera contribuirá a la construcción muy rápida de 130 viviendas.
¿De donde obtienen el financiamiento para todos esos programas?
Contamos con la colaboración internacional y el apoyo de las instituciones cubanas. Con la ayuda de la primera podemos fabricar las máquinas y con la segunda las ponemos a producir. Gracias a eso, montamos esas iniciativas subordinadas directamente al gobierno municipal como centro de solución de los problemas y que tiene las condiciones para hacerlo.
¿La experiencia de Cuba en esta tecnología ha llegado a otras partes del mundo?
La experiencia se ha empleado en varios países. En Nicaragua, por ejemplo, tenemos montados ocho talleres y producimos entre 2 mil y 3 mil viviendas por año. Igualmente estamos presente en Guatemala con dos, Panamá uno, en Colombia nueve, México 14, en Ecuador y Honduras. En África se benefician Nigeria, Namibia, Mozambique, y en Asia Bangladesh. Todos son con las mismas características utilizadas acá y con el esquema de producción local, pequeñas empresas, participación de la población.
¿Cuáles son las aspiraciones para corto o mediano plazo?
Para el año 2011 tenemos un plan de cubrir todos los municipios del país. Las aspiraciones es que en un par de años más, se pueda arribar a la cifra de 45 mil o 50 mil viviendas a nivel local. Eso sería un complemento de lo que está realizando el MICONS e incrementaría el volumen de nuevas edificaciones y reparaciones.
En cinco años Holguín estará en una posición muy favorable en la producción de materiales y viviendas. Actualmente hay 5 plantas montadas de fabricación de bloques, tres contratadas y otra adicional que sumarian 9 en total antes de julio. En cada uno de esos municipios se podrían construir 300 viviendas por año con una capacidad local de 2 mil 700 en ese periodo, adicional a otros programas.
También presentamos ante la Comisión de Construcciones e Industria en la anterior reunión de la Asamblea Nacional, la necesidad de modificar la ley de minería para permitir la explotación de pequeños yacimientos minerales que permitan el desarrollo local y trabajar así en un marco legal y ambiental bien diseñado.
El Instituto de Geología y Paleontología tiene mapeado en Holguín todos los recursos minerales existentes en la provincia, incluido las fuentes de áridos, arenas de río, etc. Eso ayudará a su vez a los programas que desarrolla el MICONS sobre el tema vivienda, turismo y pavimentación.
¿Sorprendido con el reconocimiento de los holguineros?
Para nosotros es una sorpresa muy agradable, lo recibo a nombre de mi equipo y de los equipos en cada uno de los territorios. Es un reconocimiento a estos años de trabajo. En Holguín hay una voluntad política fuerte, es la puntera en el país de este desarrollo y en un periodo muy corto de tiempo ha podido diseminar esta tecnología en casi toda la provincia.
Prácticamente se adelantaron al paso de los huracanes. En junio del pasado año tuvimos la primera reunión, ya con el paso de Ike, existía una infraestructura montada, con las máquinas en el sitio. Fue un trabajo de preparación, de visión política y de gobierno de aquí que creyó y apoyó en esta tecnología como vía de solución al desarrollo local.
¿Satisfechos…?
La factibilidad de las casas construidas por nosotros se refleja en los monitoreos realizados a estas una por una. Ese estudio arrojó que el 80 por ciento resistió el paso de huracanes, y eso es bueno porque ciclones habrá más pero los daños serán menos. Entre los años 2001 y 2008 los huracanes afectaron una cifra superior al millón 200 mil viviendas, por eso es tan importante disparar la construcción de casas de bajo costo pero con la premisa de que sean seguras, se utilicen los recursos locales y la familia participe en su construcción.
En la provincia todo el proceso está pasando con una velocidad vertiginosa, estamos encantados como científicos y trabajadores sociales que también somos. Antilla, por ejemplo, es una muestra de lo que significan estos talleres para el futuro, pues el mes pasado produjeron 13 mil bloques pero tiene capacidad para 18 mil en igual tiempo.

viernes, 13 de febrero de 2009

Satélite Simón Bolívar: integración y desarrollo


Por Rubicel González
rubicel@ahora.cu
A casi cuatro meses de puesto en órbita desde China, el primer satélite de su tipo en Latinoamérica, Simón Bolívar; acogerá entre su amplia cobertura programas educativos de factura cubana. Lo anterior fue anunciado por Socorro Hernández, ministra del Poder Popular para las Telecomunicaciones e informática de la República Bolivariana de Venezuela, presente en La Habana para la XIII Convención y Feria Informática 2009.
La titular se refirió al aporte y reputación que la Isla ha ganado en todo el mundo con el uso de las TIC en función de masificar la educación y salud, específicamente Yo Sí Puedo.
En declaraciones a Radio Ciudad de La Habana, expresó que el satélite es una posibilidad de brindar retroalimentación desde Cuba a Venezuela y entre los estados del país suramericano con ofertas variadas e instructivas. Además de mejorar el servicio de transmisión de datos a través de radio, televisión e Internet; también se empleará para difundir materiales sobre cultura, ciencia, alimentación y seguridad, entre otros.
El mes pasado, la ministra apuntó desde el estado de Guárico, que se piensa instalar en todo el territorio nacional 16 mil antenas durante los próximos cinco años. Para el 2009, la meta es avanzar con las primeras 3 mil 500.
En ese sentido, 10 mil 200 escuelas tendrán conectividad satelital para beneficiar a más de 2 millones de alumnos, mientras que 7 mil 700 ambulatorios de la Misión Barrio Adentro serán favorecidos con el satélite venezolano.
Los servicios de telemedicina, junto a los de educación general, se espera sean los de mayor impacto y masividad en la población por su marcado carácter humano. Una propuesta de difundir hasta los rincones más apartados del territorio venezolano medidas de prevención y protección en salud bucal, es un ejemplo de cómo influirá el satélite en la calidad de vida del pueblo morocho.
Además de educación y salud, el sector alimenticio estará bajo la señal del satélite, debido a que con él 340 mercados de Alimentos (Mercal), distribuidos en pequeños poblados del país, mejorarán sus servicios. Asimismo, los pueblos indígenas podrán transmitir conocimientos ancestrales en sus diversos idiomas, impidiendo que las nuevas generaciones pierdan su propia identidad.
Pero el artefacto espacial también brinda posibilidades de minimizar los índices delictivos y tener un mayor control de la vialidad, según un plan piloto que prevé implementarse en Guárico para este año.
El envío al espacio de un satélite con fines pacíficos y de desarrollo, y otro previsto para el 2013, ensamblado allí; muestra la realidad de los avances de Venezuela en la ciencia y la técnica y justifica, entre otros logros, que se destine el 3 por ciento del PIB en el 2008, para estos fines: Una nueva era que marca el décimo aniversario de la Revolución Bolivariana.